Luna de miel en Roma

Plaza de Venecia

Estaba viviendo una de las etapas más felices de mi vida, pues me había casado, y además había recibido un ascenso. Estábamos planificando el viaje de luna de miel. Después de comparar varias opciones, decidimos que Roma era el lugar perfecto.

Mi esposa encontró un paquete que incluía 3 días y 2 noches en esta maravillosa ciudad. Así que el 10 de febrero partimos a nuestro destino. Luego de casi 3 horas de viaje, aterrizamos en el Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci, cogimos un taxi hacia nuestro hotel y descansamos un poco.

Por la tarde, decidimos darnos el gusto de salir a probar una comida típica de la capital de Italia. Entre tantas opciones que ofrece esta emblemática ciudad, por fin dimos con el lugar indicado. Este se especializaba en pastas y vinos. Mi elección fue un espagueti a la carbonara y mi amada esposa se inclinó hacia un plato un poco exótico, llamado trippa a la romana, que consistía en callos de ternera en salsa de tomate por encima. Aparte, tenía una capa de queso pecorino romano y se acompañaba de un sofrito de verduras variadas. Todo esto acompañado de un vino específico para cada platillo recomendado por la casa.

Luego de degustar aquel platillo, decidimos dar un paseo nocturno por las hermosas calles de la capital italiana. Allí aprovechamos de visitar La Plaza Venecia, en ella nos encontramos con el Monumento Nacional a Víctor Manuel II. El cual es conocido por los habitantes como el Altar de la Patria. Pero lo que se llevó el premio de la noche fue la asombrosa Columna de Trajano. Esta es adornada con espectaculares relieves que muestran las victorias de Trajano frente a los Dacios.

Después de caminar un poco, nos regresamos al hotel para celebrar nuestra luna de miel. A la mañana siguiente, nuestro principal destino era el principal icono de esta ciudad, conocido mundialmente como el Coliseo de Roma. Un lugareño nos recomendó llegar antes de las 8:30 (hora en la que abre sus puertas al público). En nuestro caso, contratamos el servicio de un tour guiado. Allí nos enseñaron sus impresionantes mecanismos y cámaras subterráneas. Además de una visita completa a la colosal arena.

Al salir de allí, sorprendí a mi esposa con otro tour guiado. Pero esta vez, a la Ciudad del Vaticano, pues es fanática del afamado artista del renacimiento Miguel Ángel. Estando ahí, es imposible no quedar impactado con tan majestuosa obra de arte arquitectónica. Solo la Plaza de San Pedro era digna de admirar, pero nunca comparable con la Capilla Sixtina. Quedan cortas las palabras para contar lo vivido en aquel viaje, pero sin duda recomiendo a cualquier pareja o viajero habitual conocer Roma, también conocidad como "La Ciudad Eterna".

Autor: Dario - Publicado: 27.03.24 - Viaje realizado: 4.06.18

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