Mucho calor en Madrid y decidimos mi novia y yo realizar un viaje para visitar la ciudad de Toledo. Vivimos en la zona de Hortaleza en Madrid. Cogemos nuestro coche, un Renault Clio, y ponemos rumbo a Toledo, pasando antes por la gasolinera para llenar el tanque de combustible. Posteriormente, tomamos la M-30, M-40 para llegar a la A-42 (autovía de Toledo).
El viaje de aproximadamente de 1 hora de duración (apenas unos 85 kilómetros desde nuestro domicilio), es muy cómodo, a pesar del calor. Llevamos puesto el climatizador y el ambiente dentro del coche es acogedor. Ya nos vamos acercando a Toledo, la parte histórica y una pendiente muy prolongada. Desde lo lejos se visualiza el Alcázar de Toledo. Ya nos encontramos en el centro de la ciudad y aparcamos el coche en un parking subterráneo que hay junto al Alcázar.
Saliendo del parking nos encontramos al lado del Alcázar y un mirador con unas vistas espectaculares del río Tajo desde lo alto. Es curioso ver que la parte histórica de la ciudad se encuentra en lo alto y sobresale del resto.
Los dos edificios principales de Toledo son el Alcázar y la Catedral de Santa María. El Alcázar fue utilizado originalmente como un palacio romano y la Catedral es de estilo gótico.
Sin duda que pasear por el casco histórico de Toledo te transporta cientos de años atrás, no pareciendo estar en pleno siglo XXI. Calles muy estrechas, con muy poca anchura y empedrado especial. Aparte del Alcázar y la Catedral, en nuestra visita encontramos lugares muy interesantes como la Catedral de Santa María, la Puerta Bisagra, la Casa y Museo del Greco y el Museo de Santa Cruz. También cabe destacar, desde el puente de San Martín, estupendas vistas del río y Tajo y del Alcázar en lo alto.
Visitamos la Plaza de Zocodover que es el mercado central, en el que comimos la zona típica de la zona como es el cochifrito, muy rico, por cierto. Compramos para llevarnos a casa mazapanes y el queso manchego, para tomar sin duda con un buen vaso de vino.
Paseando igualmente encontramos diferentes tiendas sobre la venta de espadas y cuchillos y otros productos de acero y de artesanía.
Después de haber sacado bastantes fotografías del lugar, sobre las 8 de la tarde tomando unas bebidas en una terraza, decidimos tomar el camino a la inversa hacia Madrid. Volvimos de nuevo hacia el parking, para coger el coche y tomar el camino a la inversa.
La verdad es que la visita nos gustó bastante, ya que nos la habían recomendado. Es un viaje relativamente corto de ida y vuelta en el mismo día, sin necesidad de tener que alojarse en algún sitio. Toledo, dada la cercanía de Madrid, le ocurre igual que a Aranjuez o El Escorial, sitios que se encuentran relativamente cerca de Madrid y favorece realizar una visita. El precio del viaje muy barato, entre gasolina, comer, parking, tomar alguna que otra bebida y unos helados, es apenas 80 euros. De igual manera, si no se quiere utilizar el coche para desplazarse, hay otros medios de transporte como el autobús o el AVE. El AVE tarda 20 minutos, un paseo.
Ya para terminar, espero que este pequeño viaje os haya gustado y a quien no haya visitado esta ciudad, le recomiendo una visita.
Autor: Andrés García - Publicado: 18.09.23 - Viaje realizado: 14.07.23Ver más experiencias viajeras
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