Aprovechando las vacaciones navideñas del año 2022, me dispuse a elegir un destino nuevo que conocer. Por fortuna de la vida encontré un paquete de viaje que incluía 8 días con 7 noches al Perú. Este incluía un pago de 2 X 1 con desayunos y cenas, bebidas nacionales y meriendas variadas de comidas típicas. Aunque para ser franco, lo que más llamó mi atención fue la visita guiada a las impresionantes y ancestrales ruinas de Machu Picchu.
Desde muy pequeño, siempre tuve el deseo de conocerlas en persona, pues ya las había visto, en fotos y documentales, y la idea de estar en ese lugar siempre rondó mi cabeza. En fin, el paquete de viaje era perfecto, pues debía estar de vuelta en casa para celebrar las Navidades junto a mis familiares y amigos.
Recuerdo que para aquel viaje, tuve que esperar 4 horas aproximadamente, por mal tiempo en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Caracas (Venezuela). Pero en fin, llegó el momento de abordar el avión rumbo a Cuzco, ciudad destino donde me alojaría.
Una de las primeras cosas que aprendí sobre Cuzco es que se encuentra a 3.400 metros sobre el nivel del mar, en la Cordillera de los Andes. Como soy de Mérida (Venezuela) no tuve ningún problema con la altura; sin embargo, mi hermana, a quien me acompañaba, vivía en tierras bajas y sufrió uno que otro mareo leve.
Mi hermana siempre fue bastante curiosa, recuerdo que en una placa leyó que la ciudad de Cuzco es conocida como la capital histórica del Perú. Al día siguiente, después de descansar en el hostal, visitamos la famosa Plaza de Armas de Cuzco. Lo primero que noté es que sus alrededores están repletos de increíbles construcciones que datan de la época de la conquista. Además, hay tiendas y restaurantes por todo el lugar, sin duda recomiendo visitarla.
Por fin había llegado el momento de conocer Machu Picchu. Como somos amantes de la aventura y la naturaleza, escogimos el camino Inca. Este lo tomamos en el kilómetro 82 de la ferrovía Cuzco, donde un grupo de guías nos estaba esperando para nuestra larga y fascinante aventura. Me acuerdo de que caminamos por diferentes caminos de piedras fabricados por los antiguos Incas. Quedamos asombrados por la impresionante fauna y flora del lugar; verdaderamente, uno se llega a conectar con la naturaleza.
Luego de un par de días de caminata pudimos observar las ruinas de Machu Picchu a lo lejos y efectivamente era por mucho más impresionante que aquellos documentales o fotos que veía de niño. Es algo que no podrás ver en ningún lugar del mundo. La ciudad de Machu Picchu me dejó boquiabierto: el tamaño y la arquitectura e ingeniería son sencillamente una obra que parece salida de un libro de mitología. Hasta el día de hoy, este es y será uno de mis destinos turísticos favoritos y siempre lo recuerdo. Invito a todos ustedes a que visiten este lugar alguna vez en su vida.
Autor: Carlos - Publicado: 15.12.22 - Viaje realizado: 11.11.22