La estatua de Isabel II en Madrid es una obra emblemática que refleja el legado de la monarquía española del siglo XIX. Fundida en bronce por el escultor José Piquer, fue erigida en 1850 y preside la Plaza de Isabel II, conocida popularmente como Plaza de Ópera, en pleno corazón cultural de la capital.
A lo largo de su historia, la escultura ha sido testigo de numerosos cambios urbanos y políticos, incluyendo varios traslados que reflejan las tensiones simbólicas en torno a la figura real. Hoy, reinstalada en su emplazamiento original, se alza como un testimonio de la evolución histórica de Madrid y de su paisaje monumental. Su presencia es un punto de interés histórico y artístico para quienes exploran las atracciones turísticas en la capital de España.
Más que un simple ornamento urbano, esta estatua forma parte del patrimonio visual de la ciudad. Su cercanía al Teatro Real convierte la plaza en un cruce entre historia, arte y vida cotidiana, atrayendo tanto a visitantes como a madrileños que buscan reconectar con el pasado desde una mirada contemporánea.
Archivo Estatuas de Madrid